Entrevista a Alberto Zúñiga Rodríguez – Productor y Director de Cine Por Antonio Andrade – Poeta, escritor y periodista mexicano.
Cuando me encontraba levantando imágenes para mi primer Bicicumental “Punto mx”, me crucé en el camino con un señor que, sentado en el piso, afinaba su guitarra, encendí la cámara del casco por instinto y justo al pasar por el frente suyo, los inconfundibles acordes del estribillo del tema “No tengo tiempo de cambiar mi vida” de Rockdrigo González -uno de los máximos representantes del Movimiento Rupestre, que marcara un parteaguas en la escena rockera mexicana-, sonaron casi en exclusiva para mí.
Ciertamente las canciones de Rockdrigo han estado presentes en mi vida desde siempre, procuro recomendarlo a diestra y a siniestra en cada ocasión, y cuando tuve la oportunidad de hablar sobre su obra en mi cápsula “Númen” del 107.6 de FM para Mexicanos por España, nunca me hubiera imaginado que el resultado de tal mención, desembocaría en esta insospechada entrevista.
Alberto Zúñiga Rodríguez, el creador de los grandes documentales “Chopo Sangrante”, “En la Periferia” y “Rupestre”, no sólo decidió comentar la publicación de mi cápsula, también, gracias a que vive en Barcelona, nos fue posible, conversar.
“Soy Michoacano, es decir Moreliano, cuando tenía alrededor de 8 años, en el Sistema Michoacano de Radio y Televisión, tuve la oportunidad de conducir junto con otras niñas y niños, el programa de TV “Kúskani”, fue justamente ahí en donde descubrí mi vocación”
Aunque la misma institución le brindó la oportunidad de hacer radio, Alberto tenía muy claro que lo suyo lo suyo, era el cine…
“Ahí empecé con las radionovelas, de esas que se hacían en vivo, yo hacía a algunos personajes y desde entonces, nunca más abandoné los medios, no sé, entendí que a mí lo que me gustaba era contar historias y que el cine era mi pasión”
Sus distintos avatares en el mundo mediático, lo llevaron a involucrarse en la edición videográfica y sonora, todo un caldo de cultivo para narrar, para contar y, sobre todo, para plasmar, así fue como se decidió por estudiar ciencias de la comunicación en la Universidad de Latina de América…
“Por aquél entonces no existía una carrera de cine en mi ciudad, pero sucedía algo muy curioso, durante los años 90, llegaban a Morelia muchísimas productoras de cine del mundo entero, iban a rodar y yo siempre me ofrecí como voluntario, me tocó hacer de todo, jalar cables, servir cafés y un sinfín de cosas más; para mí, el chiste era aprender y estar vinculado con ese maravilloso mundo. Aquellos fueron los tiempos de mis primeros pasos”
Al terminar la universidad, Alberto lo veía todo muy claro, sabía exactamente cuál era su siguiente paso, así es que, junto con dos grandes amigos, fundó una compañía de cine y medios con la que realizó varios proyectos…
“Abarcamos medios en general, nos involucramos en un sinnúmero de cosas, con el tiempo, el camino nos fue llevando por distintas sendas, a mí se me presentó la oportunidad de venir a España en el 2004, a estudiar un master en producción de cine en la Universidad Complutense de Madrid, ese fue mi primer contacto con esta tierra, fue una experiencia inolvidable, conocí gente fabulosa; me metía en donde fuera posible, realicé mis prácticas en Tele Madrid, era alucinante”
Enero
Al terminar sus estudios en Madrid, Alberto regresa a Morelia en donde comienza a hacer cortometrajes. Cuando se le presentó la oportunidad de mudarse a la Ciudad de México para trabajar en ILCE, las cosas tomaron un nuevo matiz…
“Sucedió de pronto que, en conjunto con unos amigos, surgió la posibilidad de producir un largometraje, lo llamamos “Enero”, este largo me abrió un abanico de posibilidades inimaginado hasta ese momento…”
Enero resultó ser la primera película hecha en su totalidad en Michoacán, por manos michoacanas, también fue la primera película michoacana en exhibirse en todas las salas de cine a nivel nacional y, también, se convirtió en el estandarte de Alberto para decidir continuar dedicándose al cine por el resto de sus días…
“Y así fue como llegó un enero cualquiera, yo estaba grabando mi ópera prima, “Rupestre”, que básicamente es un documento que versa sobre el primer colectivo independiente de los años 80 en México, un grupo de rockeros que marcaron un hito en aquellos ayeres y que aún, a la fecha, continúan. Rupestre fue grabado con dinero público, por eso puede verse libremente en youtube, porque fue realizado con dinero de los mexicanos”
Rupestre
El movimiento Rupestre fue compuesto originalmente por Nina Galindo, Rockdrigo González, Roberto González, Armando Rosas, Fausto Arrellín, Rafael Catana y Carlos Arellano entre otros, quienes pusieron en el mapa musical, más que un nuevo estilo, esa actitud que a la escena mexicana le hacía demasiada falta…
“Yo ya había hecho un corto documental en homenaje al Tianguis Cultural del Chopo, “Chopo Sangrante”, así conocí a Jorge Pantoja quien promovió fuertemente a los Rupestres durante mucho tiempo, fue él quien me propuso hacer una película para darle el peso merecido al movimiento.
Rupestre fue un parteaguas interesante en mi vida, me abrió las puertas a muchos festivales de cine, ganó el premio del festival chipriota al mejor documental musical y de ahí, dio un brinco enorme a prácticamente todos los continentes”
Tras el éxito de Rupestre, las propuestas para seguir colaborando con otros personajes no se hicieron esperar, así fue cómo surgió la idea para realizar el segundo largometraje, pero la misión no sería sencilla, seguirían muy de cerca, a ocho de las bandas más representativas del rock mexicano, para documentar las raíces de la escena underground mexicana…
“Por mucho tiempo estuvimos siguiéndole los pasos a Tex Tex, a Rebel Punk, a Transmetal, a Luzbel, a Juan Hernández y su banda de Blues, a Lira n´Roll, a la Banda Bostich y a Follaje. Fue muy interesante porque nos tocó sumergirnos de lleno en ese México profundo en el que una realidad muy dura nos confronta.
Las desigualdades políticas, económicas y sociales son muy evidentes en México, siguiendo y grabando a estas míticas bandas pudimos darnos cuenta de ello, por un lado, estaba la gente que asistía a los conciertos en los que quería estar, para escuchar la música con la que se identifican, y por el otro estaban las autoridades que nunca se cansaron de extorsionarnos, también hubo un par de situaciones en las que tuvimos que salir corriendo de ahí porque, o nos querían asaltar, o algo peor”
El documenta del que nos cuenta Alberto se llama “En la periferia” y también se encuentra de libre difusión en internet.
Barcelona
Fue el mismo cine lo que lo trajo de vuelta a Europa…
“Fue durante el verano del 2022, estábamos rodando un documental para niñas y niños, como mi esposa había vivido quince años en Barcelona, nos vinimos a grabar algunos sitios de la ciudad y, estando acá, a ella le surgió una oportunidad laboral y decidimos movernos para estos lares”
Desde entonces no ha parado de trabajar en lo que más ama, continúa produciendo cine, lleva ocho largometrajes producidos y ha dirigido dos más. Su relación con España es única, él la considera su segunda casa…
“Llegué aquí como casi todos, con dos maletas y una vida completa dejada atrás, me atrevo a decir que no hay que tenerle miedo a los nuevos comienzos porque el abanico de posibilidades se abre de maneras alucinantes, yo aquí he tenido la oportunidad de emerger nuevamente y de florecer.
Sólo tengo puro amor para España, mi experiencia ha sido muy alentadora, puedo decir que no he tenido ninguna dificultad, me siento muy privilegiado, la gente me ha recibido muy bien y, salvo por los problemas de vivienda que, resultan complicados incluso para los propios españoles, para mí es muy gratificante estar acá, es mi segunda casa”
La posibilidad de volver a empezar siempre está latente
Para Alberto, la distancia no es cosa fácil, al igual que para todas las personas que decidimos sumarnos a la diáspora mexicana esparcida por el mundo, la búsqueda de la tranquilidad, de la estabilidad y de la felicidad, es un ejercicio duro, una carrera de resistencia que, si se aborda desde el ángulo correcto, es decir, con el enfoque adecuado, rinde frutos a manos llenas…
“Aquí aprendí del desapego, y del apego a nuevas cosas, la distancia me ha hecho revalorar mi tierra, a mi gente, un montón de cosas, entendí que la posibilidad de volver a empezar siempre está latente.
Nos han vendido siempre, que la felicidad es algo fortuito, pero la verdad es que tenemos que chingarle mucho para conseguirla y sentirnos plenos, para vivir en sincronía, ese debería ser el fin último de quienes estamos aquí, vivir en la felicidad”
Para despedirse, no quiso dejar pasar la oportunidad de compartir un mensaje a sus compatriotas desperdigados por el planeta…
“No debemos olvidar que los límites los pone uno mismo, los llevamos en la cabeza, en los prejuicios, todo lo que nos propongamos lo podemos lograr, aunque suene a cliché, ya sea detrás o debajo, hay mucho trabajo por delante y pus… a chingarle”
Actualmente Alberto está haciendo un podcast llamado “Tónica Replicante” que, además de ser muy recomendable, es un golpe de frescura para quienes gustamos de la literatura y del cine, como bien lo dice él mismo, es puro cotorreo.